Freedom
13 ene 2013
20 nov 2012
Quiero acordarme siempre
Un día escuché a
alguien decir que no hay razones para un recuerdo... que aparece sin más. Los
recuerdos bonitos aparecen en cualquier momento y te hacen sonreír y aunque
pertenezcan al pasado son como un soplo de aire fresco, ¿no? Porque te impulsan
a seguir viviendo para ir acumulando experiencias al menos igual de especiales
que las anteriores. Pero lo de los recuerdos dolorosos es
otra cosa. Y según esa frase que oí no recuerdo dónde, no hay explicaciones
para la aparición estelar de un mal recuerdo. Vamos, que se supone que de
repente en el momento más insospechado, algo que creías completamente
enterrado, emerge de la nada..
No sé, quizás es
que sí que hay razones para un recuerdo. Tal vez es que no estaba tan enterrado
como creíamos... o será que es muy difícil echar tierra encima de algo que nos
ha dolido demasiado. Pero lo peor de la vuelta aunque sea instantánea de este tipo
de recuerdos es que una no puede evitar preguntarse una y otra vez la razón de su vuelta. Las cosas pasaron y el dolor pasó pero queda el
resentimiento, la rabia y la impotencia. Porque ver cómo las
cosas cambian radicalmente crea una impotencia un tanto angustiosa. De la noche
a la mañana cuesta asimilar cualquier tipo de cambio, es lógico y normal. Y
cuesta adaptarse y seguir con una sonrisa, como si todo fuese igual. Pero bueno, la vida no se basa sólo
en luchar por lo que uno quiere y considera justo... también hay veces en las
que aguantarse es lo que toca. Aguantar la situación, el cambio, la nueva dirección, y el nuevo camino que debes tomar. Y pasa el tiempo y a la vez, empiezas a comprender que todo fue mejor así
y que lo que creías que sería perfecto para ti, tal vez no lo hubiese sido. Entonces llegas a un punto en el que sientes que todo ha cambiado. Y es así. Y
recuerdas momentos, pero desde la lejanía y con la mente mucho más fría. Y
sonríes, te sientes orgullosísima de ti misma y descubres que tomaste la mejor
de las soluciones. Y que si los recuerdos vuelven a visitarte de vez en cuando
es porque forman parte de tu vida, de tu trayectoria, de tu camino por el
mundo... pero eso no quiere decir que no lo hayas superado, al contrario, lo has hecho con creces y es eso lo que te permite verlo todo con distancia y
serenidad. Y sonríes porque lo mejor de los recuerdos que te transportan a
momentos malos es que te hacen ver que has sido capaz de conseguir dejar atrás
una parte de tu vida en el momento preciso y que eso, a la larga, ha sido lo
mejor para ti. Y ahí es cuando te das cuenta de que ese instante que se pasa
por tu cabeza no representa nada más que algo que acabó, y que los recuerdos, son solo recuerdos.
19 nov 2012
Con pequeños gestos
Los amigos no se hacen por quedar un día, ni por sonreír, la amistad es algo que vamos ganándonos día a día, como la confianza, y tu te has ganado la mía, a base de momentos, ya sean buenos o malos, de risas o tristes. Todos esos momentos se han ido convirtiendo en recuerdos, y recuerdos nuestros tengo para aburrir.
8 nov 2012
Unas veces se pierde y otras se gana
27 oct 2012
4 oct 2012
28 sept 2012
Recuérdame
“Todo lo
que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas
porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de
ti dice: No estás minimamente preparado para esto; pero la otra parte dice:
hazla tuya para siempre.”
26 sept 2012
Eres la hermana que se olvidaron darme
Somos
como un rompecabezas de más de medio millón de piezas. Durante toda nuestra
vida nos dedicamos a pasar muchos momentos juntas, lo que simboliza cada pieza
del puzzle. Poco a poco, vamos dándole sentido a todo esto. Creemos que es lo
suficiente grande y fuerte, pero en realidad no es ni la mitad de lo que nos
queda. Todavía es muy pronto para decir que lo hemos terminado, es más, acaba
de comenzar. Por eso digo que a pesar de los enfados, desacuerdos,
tonterías y equivocaciones tenemos algo muy fuerte que nos une, y que nos hace
acercarnos todavía más. Porque lo que tenemos hoy es muy difícil de conseguir, y por muy cabezotas que seamos, sé que somos incapaces
de tirarlo todo por la borda. Porque si yo se que tú eres, y tu sabes que soy yo, ¿quien va a saber quien soy cuando tú no estés?
20 abr 2012
No todo está tan mal
29 mar 2012
La vida es ahora
Porque me he dado cuenta que no vale la pena darle importancia a las cosas que no la tienen. La vida es ahora, no ayer ni mañana. Nos creemos muy sabios, pensamos que todo lo sabemos. Pero aun nos quedan muchos errores por cometer, demasiadas lecciones por aprender. Tropezaremos hasta que nos sangren las heridas, pero luego todas terminan por cicatrizar. El tiempo es una tirita que junta los pedacitos que quedan de aquello que has sido, y que quizá nunca volverás a ser. Crecemos, maduramos. Solo que no siempre al ritmo necesario. Cada problema, cada obstáculo parece un mundo que nos impide tener lo que queremos, hacer lo que queremos. Aunque si algo he aprendido, por poquito que sea, es que hundirse realmente no sirve de nada. Las cicatrices no son malas, nos recuerdan las equivocaciones que hemos tenido, las caídas y las lecciones aprendidas. Pero también que aquello por lo que luchamos fue real, que las metas no siempre se consiguen pero son necesarias. Yo estoy llena de pequeñas cicatrices. Y la verdad es que estoy orgullosa de todas y cada una de ellas.
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